- Fase de fuerte descenso
Se caracteriza por la venta masiva de acciones por parte de los especuladores e inversionistas institucionales. Se acaba la tendencia lateral y predomina la caída de los valores, sobre todo, de aquellas inversiones con mayor riesgo. Los inversionistas menos expertos (público general), suelen mantener su posición debido a los sesgos de comportamiento de masa.
- Fase de “goteo”
El aumento de la inflación pone en marcha planes del gobierno que tienden a reducir la actividad económica, aumentando el tipo de interés nominal. Por otra parte, aumenta el desempleo y la actividad empresarial se reciente aún más, dado que disminuyen sus ingresos por venta, experimentando en muchos casos pérdidas.
Muchos inversionistas irán liquidando sus inversiones poco a poco, en la medida que requieran liquidez. Estas ventas dan origen a la denominación de fase de “goteo”, ya que es el público general quien vende lentamente sus inversiones.
El ciclo bursátil es un elemento más del mercado que puede llevar a la ganancia o a la pérdida. Los inversores deben tener en cuenta que se pueden producir cambios drásticos en poco tiempo como una caída muy fuerte generada por el pánico de los operadores. Además, puede haber fases de salida provocada por la venta masiva de activos ante una situación financiera negativa que finaliza cuando se intuye que la situación no irá a peor, todo esto crearía una nueva fase de acumulación.
Características del ciclo bursátil
Una primera característica de los ciclos bursátiles es que cuando se consideran horizontes temporales que comprenden uno o varios ciclos económicos completos, los datos demuestran que el mayor riesgo de la inversión en acciones lleva aparejado una prima de rentabilidad sobre la inversión en activos sin riesgo.
Como segunda característica de los ciclos bursátiles podemos citar que los períodos de auge normalmente son más largos que los períodos de recesión, y que la caída media en estos últimos suele ser inferior al aumento medio de los períodos alcistas correspondientes, lo que explica en definitiva la rentabilidad positiva a largo plazo.
Por último, los ciclos económicos no suelen coincidir en el tiempo con los bursátiles. Normalmente, los mercados financieros reaccionan con cierta anticipación a los cambios que efectivamente se materializan en la economía real, por lo que no es sorprendente que nos encontremos con Bolsas alcistas en períodos de clara recesión económica.
FUENTE: RANKIA